El baño es una de las estancias más importantes de la casa en la que realizamos tareas de aseo y cuidado personal. Sin embargo, para muchas personas con movilidad reducida, puede convertirse en un lugar de riesgo y frustración y en Suministros Sanitarios lo sabemos. Afortunadamente, existen soluciones sencillas y efectivas que pueden transformar por completo la experiencia en el baño, aportando seguridad e independencia. Hablamos de los elevadores de inodoro y sillas de ducha, dos productos que, a pesar de su simplicidad, marcan una enorme diferencia en el día a día.
Más altura y menos esfuerzo con un elevador de inodoro
Un elevador de inodoro es, como su nombre indica, un asiento que se coloca sobre el inodoro para aumentar su altura. Esto reduce significativamente el esfuerzo que se necesita para sentarse y levantarse. Al hacer que el movimiento sea más natural y menos exigente, se previene el riesgo de caídas y se conserva la energía de la persona.
Instalación y seguridad:
La mayoría de los elevadores se instalan de forma muy sencilla, sin necesidad de herramientas. Se fijan directamente a la taza del inodoro mediante un sistema de sujeción seguro, garantizando estabilidad. Además, muchos modelos incluyen reposabrazos que ofrecen un punto de apoyo adicional para levantarse y sentarse con total confianza.
Materiales:
Están fabricados con materiales plásticos resistentes y fáciles de limpiar, lo que asegura una higiene óptima. Su diseño evita la acumulación de bacterias y facilita el mantenimiento diario.
Sillas de ducha: un aliado para la higiene segura
La ducha o la bañera son zonas con un alto riesgo de resbalones y caídas. Una silla de ducha es la solución ideal para este problema. Permite al usuario asearse cómodamente sentado, eliminando la necesidad de permanecer de pie sobre una superficie mojada y resbaladiza.
Instalación y seguridad:
Estas sillas suelen ser portátiles y están diseñadas para encajar perfectamente en la ducha o bañera. Sus patas, equipadas con conteras antideslizantes, proporcionan una base firme y estable, garantizando la seguridad en todo momento. Para quienes tienen dificultades para levantarse de la silla, algunos modelos incluyen reposabrazos, mientras que otros están fabricados específicamente para resistir el contacto directo con el agua y el jabón sin oxidarse o estropearse.
Materiales:
Al igual que los elevadores, están fabricadas con plásticos y aluminio o acero inoxidable, materiales ligeros y duraderos que no se degradan con la humedad. Su diseño con orificios de drenaje asegura que el agua no se acumule en el asiento, manteniendo la higiene.
En resumen, los elevadores y sillas de ducha son más que simples ayudas técnicas. Son herramientas que devuelven la autonomía y la dignidad a las personas. Con un pequeño cambio en el baño, es posible ganar una gran independencia, haciendo que el cuidado personal vuelva a ser una tarea segura y cómoda.
Si quieres explorar la variedad de productos que pueden ayudarte a ti o a un familiar a mejorar la seguridad y la autonomía en el baño, te invitamos a visitar Suministros Sanitarios.
